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La música, una actividad muy compleja que tiene su reflejo en muchas actividades que no son musicales, son escolares o de la vida cotidiana.

Abundante evidencia neuro-científica comprueba los beneficios de aprender música en todas las edades. Niños, jóvenes, adultos y adultos mayores se ven beneficiados en todos los ámbitos de sus vidas. En niños, que se encuentran en plena etapa de desarrollo, los beneficios son enormes. Por ejemplo, cuando un niño aprende a tener un buen ritmo musical, generalmente tiene mayor facilidad para las matemáticas, aumenta su nivel de concentración, su capacidad de memoria y otras funciones cognitivas.

Se ha comprobado que una de las actividades que más áreas de nuestro cerebro pone a funcionar simultáneamente como una orquesta, de manera increíblemente compleja y coordinada, es cuando tocamos música. Cada vez que el estudiante interpreta piezas más complejas, el cerebro tiene un mayor número de conexiones. El placer de hacer música genera cantidades de endorfinas que funcionan como un gran potenciador del funcionamiento mental. Áreas de integración, áreas de entrada de información, áreas de procesamiento, áreas motoras que controlan el movimiento de nuestro cuerpo, visión, audición, tacto, memoria, coordinación, todas trabajando juntas potenciadas por el placer de la música. Pocas actividades son tan complejas, integradoras y estimulantes para la mente humana como el hacer música.

En los niños pequeños el nivel de concentración es muy bajo, el período en el que se pueden concentrar en un objetivo es muy corto, quizás en dos o tres minutos ya necesita cambiar de tema o actividad. A lo largo de las clases, ellos adquieren esa capacidad de concentrarse cada vez por períodos de tiempo más largos. La capacidad de memoria también se incrementa porque aprender los sonidos repercute en el aprendizaje en general, en la memorización.

Como si todo esto fuera poco, la música, como lenguaje universal, es una actividad social por excelencia, nos motiva a integrarnos socialmente, a compartir y conectarnos con los demás, brindándonos herramientas para mejorar nuestra calidad de vida.